Hoy en día disponemos de todo tipo de aparatos electrónicos que nos aportan información y distintas funciones para saber dónde y qué nos encontraremos arriba.

Orientación en las pruebas de acceso

Desde la predicción del tiempo meteorológico, o el tiempo de duración de la salida, ya sea andando o en bici, hasta la orografía del terreno o el nivel de dificultad.

Cuando se trata de una salida sencilla, una excursión en grupo (por ejemplo), con revisar antes de salir la ruta, entender la situación de ese monte respecto a tu punto de partida y seguir las propias indicaciones de la ruta, no deberíamos perdernos.

Los GR y otro tipo de recorridos están marcados en distintos colores (según el tipo de camino) en las rocas del sendero e, incluso, hay señalizaciones con el destino y tiempo estimado de llegada. También podremos encontrarnos con piedras apiladas con forma cónica, colocados por los transeúntes (aunque no siempre son de total fiabilidad)

Ahora bien… ¿Y si nos vamos de refugios varios días? ¿O vamos a acampar? Bien. Aquí en ETEVA te recomendamos que lleves contigo un mapa y una brújula.

Siempre que sepamos usarlo, este material nos aportará la información necesaria para no perder el rumbo. Las cotas, grados y puntos cardinales de un mapa nos indican desde su altitud hasta su desnivel, también nos muestran los lagos y ríos de la zona, que pueden convertirse en punto de referencia para nosotros, así como los picos marcados en el mapa.

Busca la similitud de lo que ves con las indicaciones del mapa.

Ademas, la brújula ¡no se queda sin pila! Así que vayas donde vayas con ella, no perderás el norte.

Observar el entorno es clave para poder situarte (en la medida de lo posible, si no hay niebla y es de día). La vegetación nos da infinitas pistas para descifrar dónde nos ubicamos.

En este hemisferio, el musgo surge de las caras más frías de la montaña, por lo tanto, si tienes mucho musgo a tu alrededor lo más probable es que estés en la cara norte del monte.

En la Val d’Aran, puedes observar que los árboles de hoja perenne, como los abetos y pinos, residen en las áreas más frías, y los bosques de hoja caduca suelen crecer en el lado de la solana.

No podemos explicarte en un artículo todo lo que se puede aprender de la orientación en la montaña, trucos usando la sombra de un palo o las agujas de un reloj pueden ser útiles en según qué situaciones.

Si te gustaría conocerlos ¡escríbenos! En ETEVA optamos por una experiencia grata y segura en la montaña, ¡prepara tu salida en casa!

Y si lo que quieres es formarte, infórmate sobre nuestros cursos de montañismo en la web.