El mantenimiento de nuestros esquís, como cualquier material deportivo, es esencial por dos motivos: primero para prolongar su vida útil, y segundo para que éste te ofrezca su máximo rendimiento. Si quieres disfrutar a tope de la nieve y las pistas de Baqueira Beret, es lo ue debes hacer.  

En general, el mantenimiento de nuestros esquís se centra en poner a punto sus partes de trabajo. Estamos hablando de limar los cantos, encargados de definir la geometría del esquí y su radio de giro, hacer las suelas, reparar cualquier tipo de agujero o desperfecto que haya en ellas, y encerar las palas, aumentando la capacidad para resbalar encima de la nieve. 

En esta ocasión, queremos detenernos en el enceraje de nuestros esquís y los diferentes tipos de cera que existen. Pero antes de empezar, debemos saber que existen diferentes ceras en función de las nieves, las temperaturas y su aplicación.

·Aplicación:

-La cera que se aplica mediante calor (cera sólida): Cera en barra que se derrite con el calor de una plancha y se extiende con la misma sobre las suelas. Después de ser aplicada, esta cera será retirada con una espátula y pulida con cepillos, para su óptimo acabado.

Las cera en frío (cera líquida): Cera que se aplica directamente sobre el esquí, se deja secar y posteriormente se utiliza un paño para afinar finamente la suela. Este proceso es mucho más rápido y manejable, ya que se puede aplicar en cualquier sitio. 

·Temperatura:

Aunque existen ceras universales, las marcas suelen utilizar códigos de colores para identificar cada uno de los tipos de cera. En este sentido encontramos las de color amarillo, pensadas para temperaturas de 0 a -6 grados. Las de color rojo, equivalen a temperaturas de -4 a -12 grados. Por último, las de color azul están indicadas para temperaturas entre los -10 y los -30 grados.  

Si deseas aprender a mantener tu material deportivo siempre en buenas condiciones, fórmate con ETEVA y sus cursos en técnico deportivo de deportes de montaña. 

¡Nunca dejes de aprender!