Ser guía también es ser ejemplo

En ETEVA, no solo se enseña a guiar en montaña. También se forma a futuros profesionales del deporte para convertirse en referentes del respeto, la conservación y la transmisión de valores sostenibles en el medio natural.

Hoy más que nunca, los entornos de montaña requieren una mirada crítica y consciente. Cada paso, cada grupo guiado, cada itinerario tiene un impacto. Saber cómo minimizarlo es tan importante como saber orientar un grupo, gestionar el riesgo o montar un rápel. Por eso, en todos los ciclos formativos —ya sea en senderismo, media montaña, escalada o barrancos—, la sostenibilidad es transversal.

Principios clave que promovemos

Durante las formaciones técnicas de ETEVA se trabaja a fondo en la incorporación de buenas prácticas ambientales, tanto desde lo teórico como en la práctica cotidiana. Estos son algunos de los pilares que guían nuestro enfoque:

  • No dejar rastro (Leave No Trace): minimizamos el impacto cuidando los senderos, no dejando residuos, evitando los atajos que erosionan el terreno y respetando la flora y la fauna local.
  • Educación activa: no basta con actuar correctamente; enseñamos a explicar el porqué. Los alumnos aprenden a transmitir estos valores a sus grupos, creando conciencia colectiva.
  • Movilidad consciente: fomentamos el uso de transporte colectivo, compartir vehículos o incluso bicicletas eléctricas cuando es viable, reduciendo la huella de carbono en desplazamientos.
  • Material duradero y reparable: se valora el uso de equipamiento de calidad, que pueda reutilizarse, repararse y tenga un ciclo de vida largo. Esto no solo reduce residuos, sino que educa en el consumo responsable.
  • Gestión de residuos y recursos: se enseña a recoger microbasura incluso cuando no es nuestra, filtrar el agua en zonas sensibles, y adaptar el consumo al entorno sin sobreexplotarlo.

Aplicación real en la Val d’Aran

Estudiar en la Val d’Aran permite experimentar en tiempo real los efectos que tiene el turismo en zonas naturales. La presión sobre los senderos, la basura mal gestionada, el cambio climático… todo eso está presente en el día a día de los alumnos de ETEVA.

Pero también lo están las soluciones: la acción local, el ejemplo visible y la educación aplicada. No hablamos solo de teoría, hablamos de convertir la sostenibilidad en un gesto diario: desde recoger un papel hasta planificar una salida eficiente con un grupo.

En ETEVA, cada excursión es una oportunidad para aprender a guiar con responsabilidad y coherencia, y dejar en el entorno solo huellas que inspiren a otros.