Hoy queremos que conozcáis un poco más a fondo a una de las piezas claves en el engranaje de ETEVA y que ha influido en pro del éxito que ha obtenido el centro en los últimos años. Ella es Nuria Perramon, directora de la escuela y amante de los deportes de montaña y la Naturaleza.

¿Cómo entras en contacto con el mundo de los deportes de montaña?

Mi relación inicial con la montaña ha sido disfrutándola en mi tiempo libre. Soy de Lleida, y desde pequeña he aprovechado para viajar a la montaña durante mis vacaciones, ya sea en colonias, salidas familiares o con amigos. Siempre me ha gustado. La vertiente deportiva me ha llegado desde el ámbito profesional, cuando desde el Conselh Generau d’Aran me propusieron incorporarme a la estructura de ETEVA, y más adelante confiaron en mí para asumir la dirección. Me gusta el deporte en general y debo confesar que practico el esquí y el senderismo como actividades saludables y lúdicas, nunca los he practicado a alto nivel o en el ámbito de la competición

¿Cómo y cuándo conoces la Val d’Aran?

Visitaba la Val d’Aran en ocasiones para practicar esquí y montaña, pero en en el momento en que abandoné mi hogar familiar decidí que mi destino sería éste. Mi proyecto de vida, de pareja, de familia y también el profesional está vinculado a Aran. Para mí, un paraíso donde vivir, un lujo que aún ahora, 25 años después, sigo descubriendo y no paro de sorprenderme de todo aquello que me puede aportar.

¿Qué te parece este Valle de Aran para aquellos/as aficionados/as a los deportes de montaña?

Como te comentaba, el Valle es un lugar mágico y extraordinario para la práctica de los deportes de montaña. Desde el senderismo por su extensa red de caminos entre bosques y pueblos, hasta la práctica de actividades de alta montaña, ya sean estivales o hivernales, estamos en un lugar que no deja de sorprender por su belleza, y por sus condiciones extraordinarias para la práctica deportiva, pero también por sus peculiaridades, su cultura, su lengua, su arquitectura. Todo tiene un poco de mágico, y cuando uno entra, difícilmente sale.

Explícanos, ¿cómo nace ETEVA? ¿Con qué objetivos?

ETEVA es la materialización de un proyecto de escuela de montaña promovido por el Conselh Generau d’Aran en los años ’90. Este proyecto, coincidió temporalmente con la entrada en vigor del Real Decreto por el que se crearon los títulos de técnico deportivo, siendo las primeras modalidades que se pusieron en marcha, los deportes de invierno y la montaña. Esta circunstancia temporal facilitó que un proyecto de escuela de montaña, encontrara su horma y sentido en esos nuevos títulos académicos que iniciaban su andadura dentro del sistema educativo del estado español.
Evidentemente, es importante que un territorio como el Valle de Aran, donde su economía se sostiene en el tercer sector vinculado a la montaña y la nieve, tuviera un escuela donde formar a sus monitores, entrenadores y guías de esquí y montaña. ETEVA vive muy de cerca la realidad del sector y sus necesidades y esto nos permite adaptarnos con facilidad a los cambios.

Hoy en día, la escuela se ha consolidado como un referente para los/as deportistas de montaña ¿Cuáles crees que son sus puntos fuertes?

En primer lugar, el equipo de profesores, el factor humano. Hemos logrado disponer de un equipo de profesores que en primer lugar, aman la montaña y el deporte que practican. Además tienen vocación y les gusta la formación. Hace ya años que contamos con unos equipos estables, tanto en deportes de invierno como en montaña, que son sobresalientes, y el clima entre ellos es, además, extraordinario. Son serios cuando hay que serlo, pero también les encantan las risas.

En segundo lugar, el territorio, el factor físico, el entorno. Creo que se pueden obviar las explicaciones: estamos a cinco minutos de la estación de esquí de Baqueira Beret. Solo tenemos palabras de admiración a su profesionalidad que nos permite no fallar cuando tenemos pruebas de acceso o cursos. Es una tranquilidad poder contar con ellos.

Además, como entorno, estamos rodeados por los picos más altos del Pirineo, y eso, lo evidenciamos cada día. Desde la puerta de ETEVA, cuando sales por la tarde, va a sorprenderte la puesta de sol entre los tresmiles más imponentes del macizo. ¿Qué más podemos pedir?

¿Qué tipo de formación ofrece ETEVA?

La formación que ofrece ETEVA es más diversificada de lo que la gente supone. Nuestro buque insignia son los cursos de técnico deportivo y técnico deportivo superior en deportes de invierno, y montaña, pero también estamos autorizados para impartir formación de monitores y directores de tiempo libre. Nuestro eje formativo es el tiempo libre, el deporte y el medio ambiente, y sobre ello desarrollamos nuestros proyectos formativos.

También somos centro colaborador del SOC (Servei d’Ocupació de Catalunya). Bajo su paraguas hemos realizado diversas formaciones, certificados de profesionalidad de atención sociosanitaria, turismo, socorrismo acuático, y actualmente, estamos organizando un curso de Interpretación y Educación ambiental que nos encanta proponer. En el mes de mayo iniciamos una nueva convocatoria.

Os avanzamos que nos estamos preparando para realizar formación de guías de BTT y balizamiento, señalización y socorrismo en pistas. Será nuestro nuevo reto.

Finalmente, estamos abiertos a realizar todos aquellos monográficos que supongan un interés para el sector, y en este sentido, cada vez son más las escuelas de esquí que confían en nosotros para realizar su formación continua cada año.

¿Cuál es tu opinión sobre el panorama actual en los deportes de invierno? ¿Consideras que hay una buena formación en general?

Creo que todavía no hemos asimilado el cambio que representó la creación del título de técnico deportivo dentro del sistema educativo. Anteriormente, las formaciones deportivas se realizaban en las federaciones, y el acceso a ésta, quizás era más limitado. Accedían aquellos que o bien eran deportistas de competición o ya tenían una relación con el mundo profesional de la nieve.
Actualmente, el hecho de que sea una titulación más de Formación Profesional, ha propiciado que uno pueda realizar estos estudios en institutos y escuelas que quizás no tengan relación con el entorno profesional y deportivo. Es evidente que se ha abierto la oferta, y que ésta es muy variada, cosa difícilmente comprensible para una parte del sector. Personalmente, pienso que el nuevo modelo respecta más el derecho individual a la formación y a elegir una profesión, siempre teniendo en cuenta que para acceder a nuestras formaciones se deben demostrar unos niveles altos de técnica del deporte en que nos queremos formar. Esto es así, para poder garantizar un buen aprendizaje en una formación que es muy concentrada e intensa, pero también para garantizar la seguridad de los practicantes en el medio natural, ya sean los propios alumnos o aquellos a los que posteriormente ofreceremos nuestros servicios.

La nueva formación ha aportado aspectos muy positivos. Tenemos una mayor transversalidad en la formación. Los contenidos son más extensos y completos, y el valor del título académico es algo que nadie puede obviar. Hay que recordar que nuestros títulos permiten acceder a la Universidad y continuar el bagaje formativo del alumno quizás en otros campos.

En resumen, y sin voluntad de extenderme. Pienso que como en todas las formaciones hay centros que garantizan más la calidad que otros, pero repito, ¡cómo en cualquier otra formación! Nosotros intentamos destacar en calidad y nos lo facilita el hecho que tenemos experiencia, somos el primer centro autorizado en España en estas formaciones, desde hace ya 15 años. Dependemos de una administración pública, que es el Conselh Generau d’Aran que únicamente busca resultados de calidad en la formación y no el beneficio económico. No mercantilizamos la formación. Es una cosa que me parece horrible. ¡No podría confiar en una escuela que hable de clientes y no de alumnos! No podemos hacer que el objetivo de un proyecto formativo sea principalmente el beneficio económico, estamos formando personas, tratamos con personas y el objetivo es la asunción de competencias profesionales, y como no, también el crecimiento personal.

Y en lo que respecta al mundo laboral en los deportes de montaña, ¿es ETEVA una buena opción para poder “ganarse el pan” el día de mañana?

ETEVA es un buen lugar para formarte si quieres dedicar tu vida profesional a los deportes de montaña, no hay duda. Y ciertamente, cada vez son más los que pueden dedicarse a vivir como guías de montaña. No es fácil, pero es un sector en crecimiento. En nuestro país, todavía hay poca costumbre de contratar a un guía de montaña que nos ayude a descubrir nuestro destino de vacaciones o como práctica deportiva, pero poco a poco, se van generando inercias positivas. Es cierto que muchos de los guías también se forman en deportes de invierno y de este modo pueden complementar bien todo el ciclo, estival y hivernal.

Cabe decir también que para algunos alumnos, la formación que realizan es complementaria a otros estudios, ya sean universitarios o de otro tipo. Son alumnos más jóvenes que disfrutan del esquí o la montaña, pero también estudian para ser profesionales en otros sectores. Les apetece realizar una formación que les permitirá rentabilizar su vocación por la montaña y continuar en contacto con un deporte que aman.

Asimismo, este panorama de diversidad formativa, tiene mucho que ver con la situación actual del mercado de trabajo. Cada vez son más los que diversifican sus profesiones a lo largo de la vida; en algunos casos por la dificultad de encontrar más estabilidad en el mundo laboral, pero en otros, como filosofía, alejadada quizás de la de generaciones anteriores, en que se elegía una profesión y en ella se trabajaba toda la vida.

¿Cómo ves el futuro de las escuelas de técnicos/as deportivos/as?

Creo después de unos años de crecimiento y aparición de gran número de ellas en el panorama estatal, vamos a una estabilidad, donde destacaran y serán referentes algunas de ellas. ETEVA trabaja para poder ser el gran referente, ya que con nuestro equipo humano, nuestro entorno, nuestra condición, nuestra filosofía, y nuestra historia, no puede ser de otra manera.

Carta blanca, agradecimientos, saludos…
Por último, creo que todos debemos agradecer al Conselh Generau d’Aran la voluntad de tener un proyecto de escuela de montaña, en un territorio que como el nuestro es nieve y es montaña. Debemos creer en ETEVA, vincularnos, colaborar y exigir la formación que el Valle necesita, pero esto no puede hacerse sin la implicación máxima del sector profesional. Es un lujo y un privilegio poder tener un proyecto formativo de esta entidad, que recibe alumnos de toda España en un Valle privilegiado como es Aran.